miércoles, 23 de abril de 2008

Nazim Hikmet gracias a ti

Gracias a ti
cada uno de mis días es un mundo limpio y perfumado que huele a melón.

Gracias a ti
todos los frutos se ofrecen a mi mano como si yo fuera el sol.
Gracias a ti sólo pruebo la miel de la esperanza.
Gracias a ti late mi corazón.

Gracias a ti
mis noches más solitarias son como un kilim de Anatolia que
sonríe

desde la pared.
Gracias a ti al final de mi camino, sin llegar a mi ciudad,

he descansado en una rosaleda.
Gracias a ti, no dejo entrar a la muerte

que con sus cantos llama a mi puerta
vestida con sus más sutiles ropajes y me invita al gran descanso.

0 comentarios: